“La única manera de hacer un trabajo genial es amar lo que haces”
Steve Jobs
Cuando me preguntan qué es lo que hago a nivel profesional y respondo: “Consultoria en Gestión del Cambio" normalmente me hacen la segunda pregunta de rigor ¿Y eso qué es?.... Por lo general doy una respuesta sencilla, que aprendí en mi segundo trabajo en consultoría, “ Es hacer que las cosas pasen”, seguido de una explicación entre técnica y simple de lo que hago. Finalmente, siempre cierran con la pregunta ¿y te gusta lo que haces? Normalmente respondo con una sonrisa en los labios diciendo “soy afortunada, me pagan por trabajar en lo que amo”
Y si, me considero afortunada, recuerdo que cuando escogí por primera vez profesión, y decidí estudiar Ingeniería Química soñaba con cambiar el mundo a través de la biotecnología, mi mejor amiga y yo creíamos tener el poder de hacer la diferencia. Sin embargo, no la logré, la ingeniería es una carrera que quiero profundamente pero que no lograba, no me veía toda mi vida ejerciendo esta hermosa profesión, y ante mi primer fracaso personal tomo la decisión de retirarme y empezar nuevamente de cero. Y hago caso esta vez al corazón, la ingeniería fue la decisión de la razón, lección aprendida el corazón nunca se equivoca… desde mi primer día estudiando psicología encontré mi lugar en el mundo, pero este lugar era un universo, teorías, opciones, épocas de la vida y ramas de aplicación. Y de todas encontraba algo que me hacia sentir feliz. Tuve dos amores profesionales al final de mi carrera, la terapia clínica en adolescencia a la cual había sido fiel desde segundo semestre; pero cuando tuve mi primera clase de Cultura y Cambio Organizacional, mi vida profesional empezó a girar nuevamente.
Durante 3 años y medio de carrera estudie el comportamiento individual, el comportamiento social y la base misma de la psicología el cambio. Así que durante esta profundización empecé a conocer a autores como Denison, Chiavenato, Schein, Hofstede, Kotter, Lewin empecé a ver como las teorías básicas de esos primeros semestres de Skinner, Pávlov, Thorndike, Bandura, Perner, Vygotsky, Maslow, McClelland y Freud empezaban a tener un sentido diferente dentro de esta rama de aplicación. Tanto movió mi curiosidad, que me enliste de voluntaria a trabajar en una investigación de una tesis de Diagnóstico de Cultura Organizacional, era realizar entrevistas, mediciones y muchas horas de trabajo en pasar información en un Excel, pero valió la pena, esta fue la cita definitiva con este amor profesional. Cuando terminé esta experiencia, decidí realizar mi práctica en el grupo de investigación de Cultura y Cambio Organizacional, una decisión que hoy muchos años después, sigo valorando como una de las más sabias de mi vida.
Desde esa época de mi práctica profesional en la empresa de tecnología, que también fue mi primer trabajo por 6 años, con un mentor/jefe que me contrato dándome la autonomía y libertad de experimentar desde la dirección de talento humano todo lo que se me ocurriera a nivel de cambio y cultura organizacional. Luego cuando doy un giro a mi vida y decido trabajar sólo en temas de cambio organizacional, adentrándome al mundo de los proyectos facilitando la implementación y adopción por parte de los usuarios. Y finalmente, hoy, cuando estoy enganchada a este mundo de la consultoría como un catalizador (una de mis palabras favoritas de la química) de hacer que las cosas pasen en las organizaciones, confirmo día a día que mi amor eterno profesional es la Gestión del Cambio Organizacional.
Porque en este ejercer puedo generar valor a las empresas, lograr que su misión, visión y propósito se cumplan, lo que finalmente desencadena en que se mantengan en el mundo empresarial y muchas familias en el mundo tengan trabajo y sustento. A nivel individual, cuando el proyecto lo permite, puedo proveer a las personas herramientas para afrontar los cambios que, aunque se enmarcan en el medio organizacional, éstas también le sirven para su vida personal y uno nunca sabe cuando con su intervención en el momento adecuado puede ayudar a alguna persona en un momento difícil, y esa es la psicóloga de corazón que hay en mí. Aplicó lo que alguna vez quise ser, la ingeniería, porque la gestión del cambio estudia los sistemas, los procesos, los catalizadores, la intervención de las variables y esa formación básica la aplicó cada día para entender la organización, eso dos años iniciales de universidad valieron la pena. Finalmente, cada día me permite aprender de diferentes temas, cada cambio que ocurre me exige aprender del mismo, la gestión del cambio se nutre de diferentes disciplinas he aprendido de diseño, comunicación, sociología, antropología, nuevas tecnologías, ventas y hasta manejo de la política.
Es por esto y muchas cosas más que me siento afortunada, de poder trabajar en lo que amo y me apasiona. Como dijo Steve Jobs me permite hacer un trabajo genial, y con él, poner mi granito de arena en el mundo.
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